El Ecuador vivió una fiesta este día. Cientos de miles de personas salieron a las calles para demostrar su apoyo al Gobierno y al Presidente Rafael Correa.

Quito fue el epicentro de esta manifestación. La capacidad de la Plaza de Santo Domingo se vio rebasada en pocosminutos con simpatizantes que llenaron las calles de la capital. El Primer Mandatario agradeció este apoyo:

“Nadie podrá derrotar a esta revolución, la garantía de la Patria nueva son cada uno de ustedes”, dijo el Mandatario Rafael Correa cuando inicio su intervención frente a las decenas de miles de personas que rebasaron la capacidad de la Plaza de Santo Domingo en el Centro de Quito.

La acogida de la movilización fue contundente. Por ejemplo, mientras el Jefe de Estado iniciaba su discurso, aun había personas en la zona de Cumandá y la calle Flores, aledañas a la Plaza, las cuales quería llegar a Santo Domingo. Esto ocurrió tres horas de que se inició la marcha en el sur de Quito.

“Esto ha superado todas nuestras expectativas, aún hay decenas de miles de compañeros marchando y esto se réplica a nivel nacional”, expresó el Presidente quien destacó que esta manifestación no está unida por el odio, la vanidad o la ambición, sino por la construcción de la Patria nueva.

Recalcó que esta es la revolución del trabajo y el Gobierno de los trabajadores, que rememora esta fecha de hace 129 años cuando los obreros de Chicago, Estados Unidos, se convirtieron en mártires en su lucha por lograr mejoras salariales logrando la unidad de la clase trabajadora en el mundo entero.

Explicó que el Socialismo del siglo XXI se basa en la supremacía del trabajo humano sobre el capital, siendo la característica que diferencia esta tendencia con el capitalismo y el neoliberalismo cuya víctima fue precisamente la clase trabajadora. “Prohibido olvidar, se convirtió al trabajo humano en un instrumento más de acumulación del capital”, expresó.

Por eso acompañaron la marcha, los trabajadores que anteriormente tenían sueldos de miseria y hoy tiene el salario más alto de la región que permite cubrir la canasta básica, quienes ahora ya no son explotados ni tercerizados, que gozan de seguridad social, reciben utilidades justas y pueden acceder a beneficios como préstamos hipotecarios y quirografarios que estuvieron limitados en el viejo país.

También acudieron las amas de casa, cuyo sacrificio ahora es reconocido por ley y pueden acceder a la seguridad social. Junto a ellas, pescadores artesanales, artesanos, indígenas, montubios, cholos, mestizos, cuya producción y empleo protege la Revolución Ciudadana.

El Jefe de Estado mencionó además a los transportistas, a los 400.000 jubilados del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social que ahora tienen las pensiones más dignas y altas de la región. “Aquí están también los 500 mil adultos mayores que no tienen ninguna clase de jubilación y reciben una pensión asistencial del Gobierno”, dijo, destacando a los soldados y uniformados de la Patria que han tenido sensibles mejoras salariales, vivienda fiscal y pensiones dignas.

Maestros, servidores públicos, empleadas domésticas, recicladores, médicos, trabajadores autónomos, deportistas, jóvenes, culturas urbanas y demás. Representantes de todos los sectores del Ecuador y de toda su geografía mostrando la magnitud y el apoyo. “La nuestra es la revolución de la alegría, dejemos la violencia, los palos y piedras a los frustrados que no nos pueden vencer en las urnas”.

Cuestionó una vez las contradicciones que cierta dirigencia mantiene aún, quienes incluso marcharon en marzo pasado contra las salvaguardias que, por otra parte, son beneficiosas para los trabajadores y campesinos ecuatorianos.

El pasado 17 de abril, el Presidente Rafael Correa dio luz verde a Ley Orgánica para la Justicia Laboral y Reconocimiento del Trabajo en el Hogar, que reforma aspectos del Código de Trabajo y la Ley de Seguridad Social, aprobada con 91 votos a favor y 29 en contra.

Este marco introduce garantías para los trabajadores y aspectos innovadores en materia de seguridad social como el aseguramiento para las amas de casas con el fin de que puedan contar con pensiones de jubilación, invalidez y muerte.

También se establece el contrato de plazo indefinido como modalidad principal de trabajo, se pone límite al monto de utilidades y lo que reste después del reparto permitirá financiera al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

El Ciudadano