Bahía de Caráquez (Manabí).- Dora Sánchez junto con su familia subían colchones, sillas, baldes y otras pertenencias al camión que los llevarían a su vivienda reconstruida.

Ella formó parte del último grupo de familias que dejaron el albergue de Bahía de Caráquez, en Manabí.

Este fue uno de los espacios que se activaron después del terremoto del 16 de abril y que acogió a 106 familias. Tristeza y alegría a la vez dijo sentir Sánchez después de compartir por meses con otras familias, las que se convirtieron en sus amigos, según dijo. “Me voy contenta pero también siento tristeza porque dejo muchas amistades, porque los veía todos los días aquí y ahora ya no los voy a ver”, dijo Sánchez.

Los mismos sentimientos tuvo Ramón Cabeza, otro damnificado que también salió del albergue y que agradeció al Gobierno por su nueva vivienda en la Ciudadela Acuarela. “Me siento contento y agradecido con el señor Presidente porque gracias a él y Dios me voy a mi casita, pero a la vez me siento un poco triste porque aquí yo he encontrado bastantes amistades”.

Ambos beneficiarios destacaron la atención que recibieron en este espacio que contó con área de recreación, dispensario médico, área administrativa, comedor y cocina.

El proceso de cierre de este albergue se cumplió progresivamente, explicó el capitán Alexis López, administrador del espacio. “Poco a poco las familias fueron recibiendo viviendas nuevas y en otros casos fueron reconstrucciones, el último grupo en retirase en estos días estuvo conformado por 33 familias”, manifestó.

El Presidente Rafael Correa señaló que si bien los albergues han funcionado extraordinariamente bien, con todas las seguridades y servicios, siguen siendo espacios donde las familias han pasado en carpas durante 10 meses. “En este caso darles un techo digno es una gran alegría. Y cada albergue que se cierra es un paso hacia recuperar la normalidad y quedar mejor antes que el terremoto”, expresó el Mandatario.

El Jefe de Estado destacó que la prioridad del plan de reconstrucción es cerrar todos los albergues para que las familias pases a vivir en un lugar digno. DVL/El Ciudadano