Representantes de varias instituciones, entre ellas la Policía Nacional sembraron 200 árboles, como parte del proyecto de recuperación del río Portoviejo.

Desde las 8h00, 15 funcionarios policiales iniciaron la siembra en el tramo que va desde el puente Velasco Ibarra hasta el puente El Salto de la capital manabita. En la actividad se hizo presente el teniente coronel Ronald Tamayo, Jefe encargado del distrito Portoviejo, quien sembró un árbol.

“Como no podía ser de otra forma, la Policía Nacional se hace presente en esta obra loable y de ayuda, nuestra función es la seguridad de todas las personas que se encuentran en el lugar, pero también colaboramos directamente, estando dispuestos a plantar para que surja este proyecto”, mencionó el teniente coronel Tamayo.

El uniformado agregó que la ciudadanía que vive cerca del río son quienes deben dar seguimiento y cuidar lo sembrado, también tener una cultura de limpieza porque es para el beneficio de todos.

Representantes del Gobierno Provincial, la Secretaria Nacional del Agua (Senagua), del Ministerio del Ambiente, instituciones educativas de Portoviejo, las Fuerzas Armadas, Brigadas de Seguridad Ciudadana, fueron parte de esta actividad.

El sargento Jhonny Cedeño, Jefe encargado de la Unidad de Protección del Medio Ambiente (UPMA), manifestó que para la Policía Nacional es importante aportar en estas iniciativas y concientizar a las personas para que no contaminen los ríos.

Dos viveros

Luis Bravo, Director de la Corporación Forestal y Ambiental en Manabí, expresó que este es el primer esfuerzo para proteger el río, la naturaleza y también por contribuir en toda la provincia, ayudando a frenar el calentamiento global.

“Hemos tenido la apertura de la Policía Nacional para brindar el contingente en este proyecto y formar dos viveros en las escuelas de formación de policías que hay en Manabí con el objetivo que los árboles sirvan para ser sembrados alrededor del río. A más de resguardar el orden están aportando en la reforestación”, indicó.

Bravo resaltó el adagio indio que manifiesta que la persona que en esta vida no haya sembrado un árbol, no ha justificado su existencia en esta tierra.