UNA MEJOR VIALIDAD BENEFICIA A MILLONES DE MANABITAS

La rehabilitación total de la carretera Briceño – La Unión –  San Isidro de 43, 3Km de longitud es un realidad para los habitantes de Manabí.

 

El Ministerio de Transporte y Obras Públicas invirtió  alrededor de 27.6 millones de dólares en esta obra que impulsa el desarrollo productivo que generan los campos del área rural del cantón Sucre y San Vicente, cuyos productos son destinados a los mercados de la provincia.

 

“Este es el tan satanizado gasto público”, dijo el Presidente en su intervención, en la cual destacó que el tiempo de traslado por esta vía se ha reducido a la mitad.  Antes esta provincia se caracterizó por tener la peor vialidad del Ecuador, hoy cuenta con obras emblemáticas viales y estructurales como el Puente Los Caras que cruza desde Bahía a San Vicente. “La Revolución vial está presente en cada rincón de la patria”, acotó el Presidente.

 

Las carreteras son arterias de vida que impulsan el bienestar y desarrollo de las comunidades, por esto, el Mandatario aseguró que las obras no pararán. En Manabí se ha invertido cerca de 1.200 millones de dólares en estructura vial.

 

La vía cuenta con señalización horizontal con marcas de pintura y tachas reflectivas, señalización vertical, guardavía; cumpliendo así con las normas de seguridad vial para una circulación segura.  Con esta carretera se disminuirá el tiempo de viaje  hacia el centro y sur de la provincia, es un acceso directo a la sierra ecuatoriana y permite promover el turismo nacional e internacional.

 

Los trabajos de rehabilitación de la vía consistieron  en el reforzamiento de la estructura y colocación de la carpeta asfáltica de 3 pulgadas con un ancho de 11,3 m de calzada, dos carriles de circulación y espaldones.

 

Esta obra es integral, porque además de la carretera se han construido vías de acceso a escuelas y comunidades  también se construyeron nuevas obras de drenaje como: alcantarillas, cunetas de hormigón y reubicación de obras de infraestructura básica como redes de agua potable.

 

FUENTE: EL Ciudadano


 

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